INVU [traducción]

Mientras vagaba por el fandom me encontré una página de fics en inglés. He estado leyendo por un tiempo varios y este fic en particular me encantó.

Enlaces que les gustaría visitar:
CB fanfiction
INVU
Rah-rah

He conseguido el permiso de la autora Rah Rah para traducirlo y postearlo. Le estoy enviando el link para que ella venga y diga algo si le provoca. Espero que les guste tanto como a mi. He intentado traducirlo lo más fiel que he podido pero siempre hay cosas que se pierden en el contexto. Verán que sí porque no es mi estilo de narrar.


For : Rah-rah
Thank you Sarah for let me publish your fic here. I just want to share with my girls here your awesome story. i know they will love it as much as me. I'll do my best to translate your ideas and feelings so everyone will enjoy it.

Thank you again.

Resúmen: Romeo y Yu son jovenes totalmente opuestos. Romeo lleva una vida privilegiada y trata de rebelarse contra sus sobre padres sobreprotectores. Yu esta atrapado en un mundo de drogas y violencia. Pero no son tan diferentes como parece, una vez se encuentran un explosivo secreto va a cambiar sus vidas para siempre.

Advertencias: Violencia, abuso, lenguaje adulto, bdsm, violacion, drogas. No es apto para menores de 18 años.

Disfrutenlo.

1.


—Oh Dios, él me va a matar

Deslizándose a ciegas dentro de su hogar adoptivo, Yu de diecisiete años, se sobresaltó al darse cuenta que las chaquetas de su madre y hermana adoptiva no estaban en el colgador familiar. Solamente podía significar una cosa, que su papá era el único presente en ese momento.

En efecto, la gruesa voz de su padre se abrió paso entre la oscuridad, amenazante.


—Carajo te dije bien claro que necesitamos leche —la voz de Everett sonaba rasposa y dura como consecuencia clara de tanto beber.

Estaba de pie en medio de la sala, esperando a que Yu vuelva a casa, en silencio apenas interrumpido por ruido del ventilador.

—Lo siento —el muchacho respondió odiándose a si mismo por ser tan débil.

—¿Lo sientes? —Repitió Everett con los ojos brillándole de ira —¿Sólo eso?

—Todas las tiendas estaban cerradas —mintió el muchacho escondiendo la entrada de un club entre sus dedos temblorosos —Iré por algo de leche mañana

—Vas a traerla mañana —su guardián legal exclamó nuevamente sonriendo sereno —Bueno, entonces esta bien.


Yu se dio la vuelta para retirarse de una vez.

—Yu? —Everett llamó suavemente.

Yu tensó su cuerpo de inmediato, no podía confiar en ese hombre ni por un segundo.

—¿Sí…papá? —Preguntó volteando hacia él ligeramente —¿Qué?

En ese momento un puó golpeó un lado de su rostro, de lleno en la mejilla y lo hizo sobresaltarse.

—Cuando carajo te diga que hagas algo tu lo haces —gritó Everett lanzando al muchacho contra el sillón —Mi mujer y yo nos hicimos cargo de ti cuando tenías ocho putos años. Te hicimos parte de nuestra familia y es así como nos pagas.

—Ya dije que lo siento —murmuró Yu evitando mirarlo a la cara. Ese imbécil le rasgó el arete que tenía en el labio, lo sabía por la sangre que empezaba a escurrirse por su barbilla.

—Quiero que mañana te asegures de vender toda esa mierda tu pequeño marica—advirtió Everett —O si no van a haber problemas.

—Esta bien —el muchacho respondió esperando que se fuera y lo dejara en paz para que pudiera levantarse de una vez.

Yu vio como el sujeto se alejaba tambaleándose y se levantó de un salto. Se dirigió a la cocina, tan pronto estuvo la puerta cerrada se recostó contra la pared y dejó que su cuerpo se deslizara hacia el suelo. Estaba temblando y respiraba pesadamente, el muchacho de cabello negro empezó a maldecir mientras que lagrimas resbalaban bajo sus pestañas.

—No puedo dejarlo ganar—Respiraba pesadamente, llevó su puño a su boca, para forzarse a si mismo a no emitir sonidos —No puedo dejar que me vea llorando.

Se quedó en ese estado miserable, acurrucado contra la pared peleando una batalla perdida contra sus propias emociones mientras que las lágrimas rodaban por sus mejillas por segunda vez esa noche. Yu escondió su rostro entre sus rodillas, meciéndose suavemente en busca de confort. Después de un rato consiguió sentirse mejor, se puso de pie aun temblando y se arrastró hacia su pequeña habitación.

Sentado en su cama se quedó mirándose al espejo. Yu tenía el cabello negro y aretes en la ceja, la nariz y labio. Bueno, a decir verdad tenía dos labios perforados y estaba juntando dinero para hacerse uno más en la lengua. Su piel tan pálida hacia que sus ojos verdes resaltaran aun más en medio de su rostro. Ahora tenía surcos sobre las mejillas, el maquillaje oscuro de sus ojos corrido resbalando hasta anidar sobre un moretón morado que crecía sobre su rostro. Un hincón sobre la carne de su labio inferior, al lado izquierdo de su boca no hacía más que aumentar.

Su labio inferior era un desastre con el arete que le había rasgado la piel. Debajo de la sangre que escuría Yu pudo notar que no se había desgarrado completamente, era solo la barra que se había movido lo suficiente como para provocar el torrente carmesí.

—Lo odio —susurró mientras contemplaba su reflejo en el espejo, sus ojos hinchados manchados con maquillaje y los moretones —Lo odio y detesto este infierno en el que tengo que vivir.

El muchacho de cabello negro se levantó despacio y se tambaleó hasta el baño para asearse un poco. Las cosas no fueron siempre así, hubo un tiempo en el cual fue feliz pero eso ya hacía mucho.

xxx

—¿Romeo? —la voz nebulosa de su madre se coló dentro de sus sueños.

Aun gruñendo, el muchacho de cabellos negros y diecisiete años de edad rodó sobre la cama y se levantó meciéndose inestable, mareado por dormir tanto. Fue cuando recordó que estaba despierto y por fin pudo responder al llamado de su mamá.

—¿Qué? —respondió gritando ligeramente mientras abría de golpe la puerta de su habitación solo para encontrar a su madre de pie mirándolo desde afuera.

—Es hora de que te levantes y te prepares para ir a la escuela —dijo ella.

El rodó los ojos.

—¿Tengo que ir? —gimoteó— Tengo dolor de cabeza.

Romeo hizo una mueca de dolor y se frotó la cabeza quejandose ligeramente con la esperazan de que ella se trague el cuento.

—Por supuesto que tienes que ir, ahora alistate de una vez para la escuela.

Ella se fue y Romeo gruño nuevamente antes de cerrar la puerta tras ella.

—Tu ni siquiera eres mi verdadera madre —susurró olvidandose de lo que le había dicho. Se detuvo frente al espejo, a contemplar su cabello largo y negro, su piel pálida y el arete de su nariz. Su labio perforado se movió cuando suspiró mientras empezaba a arreglarse el cabello, jugando y laciandolo, moldeandolo y esculpiendolo antes de finalmente colocarlo en su lugar. Luego de que se vistió se aplicó el maquillaje. Se quedó contemplado la perfección que lo rodeaba. Las paredes blancas, los muebles tan costosos. Siempre desde que adoptaron a un Romeo de ocho años, la familia había vivido en la parte más rica de Berlin, el área más prestigiosa y todo lo que ello conllevaba. Buena presencia, admiradores, dinero, popularidad…y acceso a la mejor droga que el dinero puede comprar.

El muchacho sintió el zumbido caliente subiendo por su nariz, a través de su cráneo mientras la cocaine entraba en su sistema, lllevandolo a traves de una Blanca sensacion de éxtasis. El vivía para esto, aquella pequeña oportunidad de desafiar a su madre. Desafiar todo lo que ella esperaba de él.

—¿Romeo?

El sonido en la puerta reboot en su mente mientra que él soltó una maldición en silencio apretando los dientes de ira tratando de guardar la compostura.

—¿Ya acabaste de vestirte?

—Sí, Ma’a —pudo responder con un grito —Ya bajo para el desayuno.

Romeo se limpió el polvo blanco de las fosas nasales mientras se dirigía al primer piso observando los costosísimos símbolos de la ostentosa clase pudiente. Los estereotipos, lo mejor de lo mejor. El lo detestaba.

—Maldición, odio las mañanas —dijo simplemente frotándose el cuello mientras bostezaba sonoramente—Lo siento mamá.

Arrastraba las letras conforme las pronunciaba y parecía que estaba aun cansado, con ello su secreto estaba a salvo de nuevo.

Sandra le sonrió a su hijo adoptivo mientras lo veía sentarse pero al reparar en sus pantalones jean rasgados y las cadenas que colgaban de su bolsillo trasero, su naturaleza aprensiva salió a relucir. ¿Y por qué tenía que usar maquillaje? Lo hacía verse tan femenino.

—Rome. ¿Tienes que ponerte esa camisa? —de pronto le picaban los dedos por acercarse y retirar todos los hilos que le colgaban —¿Y esa cosa en el cuello esta incluida en el código de vestido de la escuela?

—Mamá, es la moda y no —replicó— No esta en el código de vestido del colegio pero a los profesores no les importa. Porque ellos no lo iban a ver vestido de ese modo. Por lo menos no ese día, de todos modos.

Con un gesto Romeo le dio un par de mordidas a la tostada que lo esperaba sobre la mesa, antes de tomar su mochila y salir de la casa. Al final del boulevar un alto y delgado rubio lo estaba esperando. El chico tenía puesta una camisa con rayas, unos jeans que se amoldaban muy bien a su cuerpo y sus enormes ojos azules delineados con un color brillante.
Una ligera sonrisa le iluminó el rostro mientras veía a su novio acercandose a él.

—Hey Romy —Shin lo abrazó con fuerza, sus labios rozando apenas el piercing del muchacho de cabello negro.

—Hola Shin — Romeo sonrió apretándolo contra su cuerpo —¿Estas listo?

—Listo, vamos —el rubio soltó una carcajada y llevó a Romeo jalando calle abajo donde un taxi los estaba esperando. Irían al centro comercial, el colegio tendría que esperar.

¿No le encantaría eso a mi adorada madrecita?

x.x.x

Yu se estremeció frotando su cuerpo cubierto por una chaqueta de cuero. Estaba de pie afuera de un centro comercial tratando de vender la mercadería de Everett. La lluvia empeoraba las cosas y Yu estaba aburrido al extremo con el trasero congelado

No tenía otro remedio, tenía que hacerlo o no iba a quedar vivo para cumplir los dieciocho. Everett le había hecho prometer que se quedaría con ellos y diez años después Yu seguía atado bajo esa ley.


Continuará...

Gracias por colgarlo Hellen, me gusto mucho, que historia tan intensa. Y por la traduccion no te preocupes, ha quedado muy bien. Sigue posteando el siguiente capitulo que quiero saber que paso con Shin, Romeo y Yu.

wowww pero qué fic!!
asssu me dio penita Yu!!
ese padre es UN HIJO DE SU MADRE!!
pobre Yukito tan lindo él
me lo vienen a maltratar así!!

Y ahora Romeo en qué anda metido ahh??
en drogas lo sé, pero por qué!!!
este chico es muy rebelde!!!!
Es novio de Shin jaja!
no hay que negar que es una linda pareja!

Sigue publicando caps!

3lita el Ro es drogo creo y es novio de Shin xD. Que convinacion, pero quiero saber a donde se van juntos. Siguele Hellen porfa quiero la continuación